La Universidad de Jaén ha presentado esta pasada semana, en el marco de la IV Feria Internacional de Biomasa y Servicios Energéticos (Bióptima 2012), un punto de recarga para coches eléctricos, así como diversas investigaciones relacionadas con el mundo de la generación de biocombustibles a partir de residuos del olivar.
El profesor Pérez Higueras, del grupo Investigación y Desarrollo en Energía Solar, ha sido el encargado en informar de un prototipo de punto para la recarga de coches eléctricos ideado para exterior, vías públicas, aparcamientos, etcétera que se ha desarrollado junto con la empresa Andel, con la que colabora en la realización de varios proyectos de I+D enfocados a la creación de infraestructuras para la recarga de coches eléctricos, tal y como ha indicado la propia UJA.
Otro de los proyectos que impulsan conjuntamente es el conocido como 'Ferrolinera', desarrollado para Adif para la recarga de vehículos electrónicos. Se trata de un proyecto de I+D+i pionero en todo el mundo, que permitirá la instalación de puntos de carga de baterías para coches eléctricos a través de una minired inteligente que aprovecha la energía recuperada a partir del frenado de los trenes y la energía fotovoltaica disponible en las marquesinas de los aparcamientos.
GENERACIÓN DE BIOCOMBUSTIBLES
Por su parte, el profesor Castro, del grupo de investigación Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad jiennense, ha presentado un trabajo sobre el aprovechamiento de la poda del olivar para la producción de biocombustibles y otros compuestos. Así, ha descrito las actividades realizadas por su grupo en torno al aprovechamiento de la biomasa, principalmente de residuos agrícolas, entre los que destaca la poda del olivar. Estas investigaciones están siendo apoyadas económicamente tanto por empresas, como por proyectos del Plan Nacional de I+D+i y del Plan Andaluz.
Castro se ha referido a los principales procesos que están siendo objeto de estudio, los resultados obtenidos hasta el momento, así como la proyección futura de las investigaciones. En este sentido, ha precisado que actualmente se utiliza etanol para mezclarlo con la gasolina, obtenido en España a través del grano de cereal, lo que se denominan biocombustibles de primera generación, con el inconveniente de que se obtienen de materias primas que compiten con usos alimentarios.
"Nosotros en cambio estamos abogando e investigación un paso más adelante, con los biocombustibles de segunda generación, que se obtienen de materias primas que muchas veces hay que deshacerse de ellas, como la poda del olivar. De manera que en lugar de gastarnos dinero en deshacernos de ese residuo, proponemos emplear ese dinero para transformar esta materia prima en un producto de interés, como puede ser el bioetanol", ha señalado.
También en esta línea, el profesor Sánchez Villasclaras, del grupo de investigación de la UJA Bioprocesos, ha presentado otro proyecto sobre la producción de biocombustible a partir del hueso de aceituna y del residuo de poda del olivar, proyecto de excelencia concedido por la Junta de Andalucía.
VÍA BIOQUÍMICA
Este grupo de investigación lleva más de dos décadas trabajando en el aprovechamiento de todo el material residual procedente del olivar y su transformación en biocombustible a través de una vía bioquímica, proceso que se puede integrar con la vía termoquímica. Considerando el estado actual de la tecnología y la viabilidad económica del proyecto, la vía termoquímica es la que consigue un más eficiente aprovechamiento de los residuos del olivar, principalmente de la poda de olivo, de la que por término medio se obtienen unos 3.000 kilos por hectárea y año. Es por ello que, aparte de considerar la vía bioquímica, se están realizando investigaciones a través de un proceso de gasificación que podría instalarse en cualquier almazara.
Sánchez ha apuntado que en una instalación de 'gasificación', partiendo de una biomasa (astillas de poda de olivar, fragmentos de hueso de aceituna, etc.) hay un proceso químico que origina un gas de síntesis (también denominado 'gas pobre') constituido fundamentalmente por hidrógeno, monóxido de carbono, metano e hidrocarburos de dos átomos de carbono, aparte de otros componentes no combustibles como dióxido de carbono y nitrógeno.
A partir de este gas de síntesis se puede poner en marcha un motor de combustión interna, o generar energía eléctrica utilizando un motor generador o una microturbina. "De esta manera, las almazaras no solo producirían aceite de oliva, si no que al mismo tiempo también proporcionarían energía eléctrica, y en un futuro puede existir la posibilidad de generar un combustible líquido", ha explicado el investigador.
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