Investigacion (Research)

lunes, 29 de julio de 2013

Buenas perspectivas de cosecha de aceitunas para octubre próximo en Marruecos

En Marruecos, el cultivo del olivo tiene una importancia ancestral, siendo la aceituna “la fruta” más cultivada de cuantas crecen en el país magrebí.

En la actualidad, la superficie de olivos ocupa ya unas 700.000 ha, y está previsto que para el año 2012, esta superficie aumente hasta 1,2 millones de ha, por la aplicación del Plan Marruecos Verde. Aumentando la producción un 56% durante 2007-2008.
El sector del olivo genera alrededor de 15 millones de jornales cada año, y supone el 15% de las exportaciones agroalimentarias del país.
Una parte muy importante del cultivo ya se encuentra en zonas irrigadas y cada año será mayor. Con estas previsiones, Marruecos se convertirá en una de las grandes potencias, no sólo de aceituna de mesa, sino también de aceite de oliva.

Tradicionalmente, la variedad más conocida era la Picholine marrocaine, descendiente de la variedad francesa, aunque actualmente se ha quedado muy atrás en capacidad y se destina a preparaciones locales, aunque en recolección suele presentarse mezclada con otras variedades.
Desde hace varios años, se ha potenciado el cultivo de la variedad Beldi, más apta para los procesos industriales aplicables en la elaboración de aceitunas de mesa, tipo verdes o tipo negras (confitte) para la exportación, que se dirige a Europa, a países árabes tanto del Magreb como del cercano oriente, así como a USA, Rusia, etc.
La recolección es algo tardía, a pesar de la climatología de la zona, y comparada con España, ya que comienza habitualmente a lo largo del mes de octubre con el verdeo.
Producción de aceitunas en Marruecos
En Marruecos se recolectan para mesa prácticamente todos los estados de madurez, desde las verdes para ser procesadas como estilo sevillano, a las “tournants” o mezcladas, las “rojas” o “violetas” para la preparación de aceitunas tipo negras por oxidación (confitte), y finalmente las maduras para preparar las famosas “façon grecque”.
El pasado año fue muy anómalo por la sequía pertinaz que obligó a esperar a la lluvia para alcanzar aceitunas con un cierto calibre, y cuando esta apareció se precipitó la cosecha con la madurez y los defectos.
Este año, las perspectivas son de una buena cosecha y a juzgar por el desarrollo del fruto en algunos árboles, parece muy sana y con gran calibre.

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