Cuando pienso en el incremento del cultivo de olivos durante los últimos años y su extensión a países poco habituales por sus condiciones o alejados de la cuenca mediterránea considerada como zona “autóctona” durante más de 3.000 años, preveo el desplazamiento del centro de gravedad de la producción futura de aceitunas y aceite de oliva y su relación con un elemento común: El agua en el subsuelo
Las nuevas plantaciones han proliferado especialmente en países que disponen de amplias extensiones de su territorio muy áridas o semidesérticas, ya sean países con tradición olivícola o no:
Egipto, Siria, Argentina, Australia, Turquía, Sudáfrica, Marruecos, Túnez, Chile etc y actualmente México, Perú, Irán, India y otros.
Aparte del continuo aumento de la producción en países mediterráneos tradicionales como España, Grecia, Italia, Portugal…. que año tras año se incorporan a partir de cultivo “intensivos” dotados de sistemas de irrigación, control tecnológico de agua, recolecciones mecanizadas etc.
No es de extrañar, que se estén explorando nuevas posibilidades en otros países. Mientras los recursos hídricos del subsuelo de áreas secas no se agoten, el cultivo del olivo se mantendrá e incluso se ampliará.
Un ejemplo práctico de actualidad, lo constituyen noticias como las que encuentro en algunos medios de comunicación allende los mares: Leer noticia
Técnicos y empresas de tecnología israelíes asesoran a profesionales de medio mundo en sistemas de gestión y control del agua, aplicados a la producción agrícola de vegetales y frutas, y entre ellos el Olivo (véase experiencias reales en Tamaulipas)
Datos del Instituto de Cooperación Internacional de Israel muestran que 18 por ciento de sus exportaciones de agro tecnología van a América del Norte, incluyendo México. Asimismo los responsables israelíes manifiestan su interés por expandirse por el resto de los países Americanos
El director del departamento de Agro tecnología, Agua y Medio Ambiente de la División de Desarrollo Empresarial del Instituto Israelí de Exportación, aseguró que 20 por ciento del trabajo se dedica a México y Brasil, a los que considera las próximas potencias en agricultura.
No dudan que un sistema de organización en pequeñas comunidades de agricultores, como el israelí, podría desarrollarse en México con éxito para desarrollar, producir y exportar productos agrícolas. ¿Veremos ampliar la producción de aceitunas y de aceite de oliva en México los próximos años? Al fin y al cabo es país fronterizo con USA, uno de los mejores mercados del mundo.
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