Un
equipo español de investigadores liderado por el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha completado la primera parte del proyecto
“Primera secuenciación completa del ADN del olivo”, financiado por Banco
Santander.
Los
resultados de este estudio, que se está llevando a cabo en los secuenciadores
del Centro Nacional de Análisis Genómico y en los computadores del Centro de
Regulación Genómica, ofrecerán las claves genéticas de esta planta, que en un
futuro podrían ayudar en la mejora de la producción olivarera, según ha
informado este organismo en un comunicado.
Olivo "Santander" cuyo ADN se está secuenciando |
El
proyecto está dirigido por un investigador del CSIC, del Real Jardín Botánico,
donde se ha llevado a cabo la extracción de ADN del individuo estudiado.
La lectura del ADN del olivo supone un hito
en el campo de la secuenciación genética porque se trata de una especie de
extraordinaria longevidad. Todos los organismos secuenciados hasta el momento
viven unos pocos años, en función de la esperanza de vida de cada especie. Sin
embargo, esta es la primera vez que se hace con un sujeto que lleva existiendo
más de mil años y que probablemente llegue a vivir muchos más, ha explicado el
investigador.
El
ejemplar secuenciado es un olivo de la variedad Farga, con una edad científicamente
estimada de entre 1.100 y 1.300 años, que procede de la Sierra del Maestrazgo
(Castellón). En el año 2005 se trasplantó en los jardines de la CiudadFinanciera de Banco Santander, en Boadilla del Monte (Madrid), donde se
encuentra vivo y creciendo.
El
olivo, llamado Santander, pesa unas 11 toneladas y tiene un perímetro de
aproximadamente cinco metros. Según el CSIC, la variedad Farga ha sido elegida
por ser el tipo de olivo con mayor número de individuos milenarios en España.
Los
datos recopilados hasta el momento, correspondientes a la secuenciación en
bruto, han sido incluidos esta semana en el repositorio europeo de nucleótidos (European
Nucleotide Archive).
Domesticación del olivo
El CSIC
ha precisado que los resultados de este trabajo, cuya duración prevista es de
tres años, permitirán un conocimiento en profundidad de una planta que forma
parte de la vida y la alimentación de los seres humanos desde hace
aproximadamente 8.000 años, cuando comenzó un proceso de domesticación del acebuche
del que resultó el olivo actual.
La secuenciación del ADN del olivo permitirá
conocer las bases genéticas de ese proceso de domesticación, dará las claves de
las adaptaciones locales que han permitido a la especie sobrevivir y nos
permitirá confirmar sus orígenes. Toda esta información contribuirá en un
futuro a la mejora genética de la producción olivarera, de gran relevancia en
la economía española.
Fuente: www.mercacei.com/
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