martes, 31 de julio de 2012

Aceitunas partenocárpicas. Frutos que no provienen de la fecundación.


En algunas especies la formación de frutos puede producirse sin que haya polinización y fecundación previa. Esta fructificación se llama partenocárpica y los frutos se caracterizan por la ausencia total de semillas.
Los frutos partenocárpicos contienen auxinas y citocininas en concentraciones inferiores a los frutos con semilla de la misma especie, y las giberelinas casi no existen. Son más susceptibles a las caídas naturales y, para obtener un nivel adecuado de producción, es indispensable mantener las plantas en óptimo estado nutricional. La aptitud para la fructificación partenocárpica se presenta en algunos cítricos, como en ciertas variedades de naranja (por ejemplo, las del tipo 'Navel') y mandarina, higuera y vid. En muchos casos, la ausencia de semillas se considera un indicador de calidad comercial.

En cuanto al olivo, hay una vía alternativa a la pauta general de abscisión de los frutos . Se trata de los frutos partenocárpicos, conocidos como azofairones (muy común en la variedad española gordal). En estos el concurso de la fecundación no es necesario para su desarrollo y su velocidad de crecimiento es menor. Por tanto, su demanda de asimilados es más lenta y atemperada. Ello hace que los frutos vecinos (partenócarpicos), apenas compitan entre sí por lo que la abscisión es mínima y estas aceitunitas aparecen arracimadas con mucha frecuencia.
Frutos partenocárpicos de Variedad Coratina

En variedades con fuerte tendencia a la partenocarpia, como la Gordal Sevillana antes mencionada, los azofairones, cuya presencia no es deseable, son de escaso valor comercial.
La proporción de azofairones se disminuye mediante técnicas de polinización cruzada, ya que aumenta la proporción de ovarios fecundados.

Otras variedades con tendencia a la partenocarpia son: la Azapa de Chile, Manzanilla en Argentina, Coratina en Perú y a veces Cacereña en España.

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