Se
trata de la feria internacional de productos agroalimentarios más veterana y la
más importante de cuantas se celebran no solo en Rusia, sino en toda Europa
Oriental. Este certamen celebra este año su vigésima edición y tradicionalmente
ha venido reuniendo a las principales empresas mundiales de relacionadas con la
industria de la alimentación.
La
muestra contó con una afluencia de más de 52 000 visitantes profesionales y
treinta pabellones nacionales en 2012.
Los
grandes importadores y distribuidores, las figuras clave del mercado, orientan
su participación más bien hacia la distribución en el interior del país constituyendo la mayoría de los
profesiones y empresarios que acuden de visita a la feria.
La
composición del pabellón español de este año es muy similar a la de años anteriores:
las bodegas y los exportadores de aceite de oliva y sobretodo de aceitunas de
mesa son mayoría, seguidos de los fabricantes de productos cárnicos y otros. Con
un total de 55 empresas expositoras y
concentradas en el pabellón español que ha sido organizado por ICEX. Su
objetivo: explorar o afianzar su posición en el mercado ruso, que es bastante
complicado.
En lo
que respecta al aceite de oliva como en las aceitunas de mesa, España también
es líder en el mercado ruso. Los aceites españoles dominan el mercado con
alrededor del 60 % de las importaciones, mientras que las aceitunas lo
monopolizan con cerca de un 95% de las importaciones. Las aceituneras
prácticamente no tienen rival en el mercado de los grandes volúmenes.
En
términos absolutos, la lista de exportación de productos agroalimentarios
españoles a Rusia la encabezan los productos hortofructícolas, con 295 millones
de euros a noviembre de 2012, seguido de las carnes y los productos cárnicos,
con 267,6 millones, las conservas hortofructícolas y los vinos. Todos estos
sectores han tenido importantes crecimientos comparativos con respecto al año
anterior.
Rusia
representa un entorno estable y creciente para los productos españoles. Fuera
del espacio de la UE, donde están los principales socios comerciales de España,
Rusia, con sus 144 millones de habitantes, representa una esperanza de futuro
para las empresas españolas. Tras los EEUU, Rusia es el segundo país fuera de
la órbita comunitaria que más exportaciones españolas recibe.
Los
exportadores españoles se encuentran con un mercado accesible, pero poco
permeable. El reciente ingreso de Rusia
en la Organización Mundial de Comercio todavía no ha surtido efecto sobre las
múltiples barreras arancelarias, de certificación de productos y de otros
abundantes trámites burocráticos que crean una burbuja proteccionista sobre el
productor nacional y una segura fuente de ingresos para la burocracia
intermediaria.
Rusia
es un mercado en crecimiento y con posibilidades, pero es todavía un entorno cambiante.
Estrecho para el exportador español, por su escaso número de importadores de
entidad; y poco profundo, por el aún insignificante volumen relativo de compra
que todavía apenas supera el 1 % del total de las exportaciones españolas. Las
ferias como Prodexpo ofrecen una buena oportunidad de establecer una primera
conexión con este mercado, aunque no la única ni tampoco la más importante.
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