Este fin de semana, he realizado un recorrido por una de las comarcas del norte de Extremadura. El campo está precioso a pesar de las 2 ó 3 oleadas de calor intenso que nos están "atacando" en el último mes primaveral.
A pesar de la escasez de lluvias caidas durante este año, todo el paisaje deslumbra y maravilla por la profusión de colorido de flores y plantas. Y en medio de ese manto multicolor están los olivos tradicionales cada uno con sus peculiaridades y sus irregularidades, tan entrañables.. que no parecen especies semejantes a aquéllos procedentes de cultivos superintensivos, plantaciones de olivos uniformes, disciplinados, y que han sacrificado su individualidad por por la colectividad que supone "el olivar".
La cantidad de floración y de muestra no es desdeñable y unos frutos ya grandecitos, lo que permite aventurar una hipótesis sobre la futura recolección: como de Abundante. Aún es pronto para arriesgar valoraciones, pues depende de muchos factores que son básicamente climatológicos ( y quizás adversos).
A pesar de la escasez de lluvias caidas durante este año, todo el paisaje deslumbra y maravilla por la profusión de colorido de flores y plantas. Y en medio de ese manto multicolor están los olivos tradicionales cada uno con sus peculiaridades y sus irregularidades, tan entrañables.. que no parecen especies semejantes a aquéllos procedentes de cultivos superintensivos, plantaciones de olivos uniformes, disciplinados, y que han sacrificado su individualidad por por la colectividad que supone "el olivar".
Ayer, estos olivos "poco productivos", estaban tirando la flor marchita gracias al aire que facilitaba su desprendimiendo, dejando expuesta la muestra de aceitunas que representan la cosecha del próximo otoño, dentro de 3 meses.
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