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Adulto de Margaronia unionalis |
El glifodes (nombre común) o polilla del jazmín es un lepidóptero polífago. Su nombre cientifico es: “Margaronia unionalis”, y se encuentra en zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo, (aunque se conoce en todos los continentes), atacando, además del olivo, al jazmín, aligustre, lila y madroño. Esta plaga pasa el invierno en forma de larva, y los primeros adultos aparecen en marzo y abril. Los daños producidos por las larvas al alimentarse de hojas y frutos pueden llegar a ser considerables en viveros y plantaciones jóvenes
Los Huevos son depositados normalmente de forma aislada en los brotes vegetativos, principalmente en el envés de las hojas. Su forma es oval y aplanada con la superficie reticulada, de color blanco-amarillento y su tamaño es de 1x0.6 mm.
Las Larvas son de color verde brillante y constituyen el estado más dañino del insecto. Se han descrito seis estados larvarios, que se diferencian por la anchura de su cápsula cefálica. Recién nacidas son de color amarillento, virando a verde brillante a medida que crecen, alcanzando los 2cm de longitud en su máximo desarrollo. Se diferencian de otras larvas desfoliadoras del olivo por su tonalidad uniforme y translúcida.
La forma de Pupa se denomina "crisálida" por tratarse de un lepidóptero. Es fina y sedosa, suele encontrarse entre la hojarasca del suelo, envuelta en un capullo sedoso de color blanco-grisáceo. Destaca una pequeña quilla en el dorso del tórax.
En su estado Adulto se trata de una mariposilla que alcanza los 3cm de envergadura, siendo fácilmente reconocible por su uniforme color blanco nacarado con borde color hueso.
Daños directos:
Son producidos por las larvas al alimentarse de hojas y frutos.
Los daños más importantes se localizan principalmente en plantones en viveros y árboles en formación, destruyendo la parte terminal de los brotes.
En menor medida afecta también a las aceitunas, ya que con poblaciones muy altas se alimentan de su pulpa.
Daños indirectos:
Las heridas ocasionadas por esta plaga facilitan la entrada de otros patógenos (hongos, bacterias, etc,)
Medidas preventivas y culturales:
Utilizar material vegetal sano procedente de viveros o semilleros autorizados. El Pasaporte Fitosanitario debe conservarse durante un año.
Colocar trampas de feromonas y trampas de luz que ayuden a la detección de los primeros vuelos de adultos.
Abonar de forma equilibrada para evitar exceso de vigor. Evitar exceso de abono nitrogenado.
Favorecer la proliferación de poblaciones de insectos auxiliares, racionalizando el uso de productos fitosanitarios.
Criterios de intervención:
Normalmente la mayoría de los árboles jóvenes soportan la presencia de esta plaga sin necesidad de que se intervenga. Sólo en plantones o en árboles injertados, en el caso de encontrar un gran número de larvas, y siempre que haya daños recientes en los brotes, sería necesario intervenir con productos químicos. Se recomienda llevar a cabo tratamientos sobre árboles jóvenes con 5 % de brotes atacados. Son excepcionales los casos en los que sería aconsejable el tratamiento de árboles en producción, ligados a producciones con destino a aderezo. Sólo se recomienda intervenir a partir de la formación del fruto en caso de presencia de daños recientes en yemas y brotes productivos, como forma de evitar el paso de las larvas al fruto. Esta situación es más peligrosa cuanto menos brotes vegetativos tiernos existan en ese momento.
El criterio de intervención aquí recogido es orientativo. Los ajustes o modificaciones de éste deben ser realizados por el Técnico responsable de la explotación, bajo cuya responsabilidad debe aplicarse el control de la plaga.
Control con productos fitosanitarios:
El Registro Oficial de Productos Fitosanitarios limita el uso de cada producto fitosanitario a determinados cultivos y plagas / enfermedades sobre los que se han realizado los estudios pertinentes que garantizan que su aplicación (siguiendo las instrucciones de uso expuestas en la etiqueta de cada producto) minimiza los riesgos y garantiza su eficacia.
Plazo de seguridad.
Usar las dosis y técnicas autorizadas (pulverización normal, espolvoreo, etc...).
Recomendaciones en casos de intoxicación o accidente.
Seguir medidas preventivas según la clasificación toxicológica y eco toxicológica del producto.
Limpieza y eliminación de envases vacíos según la recomendación del fabricante.
Uso sólo en el cultivo para el que esté expresamente autorizado.
Aplicar un plaguicida haciendo caso omiso de estas restricciones puede acarrear graves riesgos para el cultivo, agricultor, medio ambiente y los propios consumidores.
Consulta su aplicación al olivo,
asi como consejos para un control eficaz (incluyendo control biológico)